“La credibilidad es importante porque es
aquello que te permite que no tengas que imponerte ni ser autoritario, si no
que simplemente con tus argumentos y con tu forma de ser consigues ser
convincente y que la gente te siga” Patricia Ramírez.
En el artículo de hoy
abordamos, una cuestión de naturaleza psicológica y que preocupa a todos los
entrenadores: La credibilidad. ¿Pero qué es exactamente la credibilidad?
La credibilidad es la
capacidad del individuo de ser creído. Es decir, de con su mensaje ser capaz de
llegar a la persona que tiene delante, de forma que aquello que transmite cale
en ella, en sus emociones y pensamientos, sin necesidad de imponer su criterio
ante otros puntos de vista.
Esto
es algo que de siempre ha sido importante para un entrenador, en lo que
comúnmente se ha llamado por la prensa: “controlar el vestuario”. En el afán de
gestionar el grupo, hay diversos métodos de dirección, generalmente divididos
en dos grandes grupos de entrenadores; entrenador autoritario y entrenador
democrático. El entrenador autoritario es aquel que aborda todas las decisiones
del grupo y no da explicaciones de su forma de actuar, si no que ejecuta y
ordena. Por el contrario, el entrenador democrático es aquel que se apoya en
sus compañeros y jugadores a la hora de tomar ciertas decisiones, apuesta por
el diálogo por encima de todo y trata de convencer al jugador con la palabra.
Cualquiera que sea la opción elegida, se hace
imprescindible que el técnico sea capaz de transmitir su mensaje a los
jugadores y para que la relación entre equipo y cuerpo técnico sea eficaz deben
confiar los unos en los otros. Si los jugadores no confían en el entrenador,
será muy difícil que éstos plasmen en el terreno de juego aquellas ideas que el
entrenador pretende.
El término credibilidad de siempre se ha
confundido con el carisma o la popularidad que tiene cierta persona, pero
veremos cómo el concepto engloba muchas cosas más y es incluso entrenable. Es
aqui donde incidiremos y nos detendremos a hablar del concepto de credibilidad,
cómo las personas actuamos ante los líderes y de qué modo podemos llegar a ser
creíbles.
Patricia Ramirez, psicóloga
deportiva profesional, ex psicóloga del Real Betis entre otros equipos de
Primera División, nos clasifica el concepto de credibilidad y la interpretación
que le damos al término las personas en tres fases:
1ª
Fase de la credibilidad
Son aquellas expectativas
previas, que tenemos sobre la persona con la que vamos a tratar. Se relaciona
altamente con el carisma y la popularidad de esta persona, entran en juego tres
factores:
- El conocimiento previo
que tenemos de la persona, si esa persona tiene cierta reputación. Por ejemplo, a un futbolista le dicen: “tu entrenador
es un gran profesional, trabajó en Primera División y tiene muchos libros
publicados”. Esto hace, que el jugador ya vea con buenos ojos a su entrenador.
- Apariencia Física. El
jugador previo a conocer a su entrenador, tendrá una visualización, sobre como
será su entrenador. Por ejemplo, el jugador en casa imagina al entrenador, con
un cuerpo atlético, vestido de corto, con botas, un cronómetro y una tablet
donde tiene organizada la sesión. Si el jugador llega al entrenamiento y ve al
entrenador en esta descripción, ganará en credibilidad.
- Edad. La etapa de máxima credibilidad con la que percibimos a las
personas, es con individuos entre 35-55 años. ¿Por qué? Por la propia
concepción que tenemos las personas al respecto. Quizá pensemos esto, porque
una persona con 35 años ya tiene una experiencia que le puede avalar. No
obstante, la edad no es un hecho limitante en cuanto a la credibilidad, aunque
muchas veces las personas tengamos implícito ese pensamiento.¿Quién no ha oído
alguna vez la siguiente frase?: “Me atendió muy bien ese médico, a pesar de ser
muy joven”.
2ª
Fase de la credibilidad
Esta fase es aquella que está
determinada por el contacto directo con el entrenador. Patricia Ramírez
distingue los siguientes aspectos:
- Conocimientos y memoria. Las
personas damos mucha credibilidad a aquellas personas que nos muestran un alto
nivel de conocimientos, que justifican sus argumentos constantemente, que nos
explican por qué vamos a actuar de cierta forma … En este sentido, se hace muy
importante que el entrenador explique al futbolista el por qué de sus
decisiones y las justifique en base a unos argumentos creíbles y justificables.
También, las personas concebimos como creíbles a aquellas personas con una
buena memoria, que son capaces de recordar citas, fechas … Esto es debido a que
asociamos la memoria con la inteligencia y el nivel de conocimientos.
- Honestidad y transparencia.
Un entrenador nunca va a ser creído si no es coherente, si no es sincero con
sus futbolistas y si no va siempre con la verdad por delante. Un claro ejemplo
es Mourinho. El entrenador Portugués, dicho por ex futbolistas suyos, es un
entrenador que siempre dice al futbolista lo que piensa, por eso es un gran líder.
“En el fútbol tenemos que intentar ser honestos con nosotros mismos y
con nuestros jugadores. Es muy difícil que Diego López salga de la portería” Jose
Mourinho.
“Mourinho es capaz de convencer a todos de que no hay ningún objetivo
inalcanzable” .Aítor Karanka, auxiliar de José Mourinho en el Real
Madrid.
- Asumir errores. A veces
parece que equivocarse es lo peor que le puede pasar a un humano. No es así,
las personas damos más credibilidad a aquellos líderes que reconocen su error y
buscan alternativas.
“Lo que te hace crecer es la derrota, el error. La victoria relaja, te
hace alejarte de la realidad” Pep Guardiola y Marcelo Bielsa.
- Ser dinámicos y optimistas.
Las personas con ilusión, optimistas y que ven el lado positivo de las cosas,
nos hacen tener una mejor predisposición a escucharlas.
- Comunicación no verbal.
El modo en cómo comunicamos, también es muy importante. El tocar a la persona
cuando le hablamos, hace que tenga una mejor visión de nosotros, nos hace creíbles.
- Puntualidad y seriedad.
Es muy importante en una persona que lidera al grupo dar ejemplo y ejercer de
modelo. Estos dos aspectos también interfieren en la credibilidad.
3ª
Fase de la credibilidad
Esta última fase tiene que
ver con cómo se mantiene la relación líder-liderado durante el tiempo. Para
ello, debemos tener en cuenta los siguientes tres factores:
- Hemos de ser personas de palabra.
Ser personas comprometidas, ir siempre de frente, con la verdad por delante,
ser sinceros siempre. Todo ello hará que el jugador confíe en nosotros.
- Organización en la memoria del
interlocutor. Esto hace referencia, a que debemos ser ordenados a la
hora de dar una explicación o argumentar algo. De esa manera provocamos que la
persona que nos está oyendo organice la información recibida de una forma
ordenada en su cerebro y ello le haga percibir que ha entendido lo que le queríamos
transmitir. Por ejemplo, cuando un entrenador da una explicación en una
pizarra, si lo que ha transmitido durante la explicación ha quedado escrito al
final de la charla de una forma ordenada en la pizarra, el jugador habrá
entendido mucho mejor lo que le transmitimos.
- Acontecimientos sociales y mediáticos.
Es lo único que no podemos controlar nosotros, ya que suponen eventos que
quedan fuera de nuestro alcance, como opiniones de la prensa, de la directiva,
de otros jugadores … Esto puede hacer que nuestra credibilidad aumente o disminuya.
Por tanto, como nos ilustra
Patricia Ramírez, la credibilidad no sólo llega con la reputación que puede
tener un entrenador, aspecto que puede ser potenciado por haber sido jugador
profesional previamente, como muchos piensan. Si no que es una cualidad, que el
entrenador puede entrenar y desarrollar siguiendo una serie de pautas, al igual
que trata de controlar los aspectos relacionados con el entrenamiento.
“La credibilidad está
asociada a la confianza y a la seguridad que tenemos en nuestra profesión, y
está a la vez, directamente relacionada con el éxito profesional, personal y
social” Patricia Ramírez.
Javier Madrid Pedreño
@JaviMaldini19
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